Carlos está conduciendo el lujoso auto que compraron los dos hermanos. Carlos está muy alterado y es que no puede sacarse de su piel las sensaciones vividas desde que conoció a Joel, la pasión de su mirada, la masturbación y posterior probada de leche a Joel, la mamada, los desprecios... El beso... Sobre todo ese beso, lo que más le angustia es que lejos del sexo lo que más le gusten sean las sensaciones, el contacto piel con piel, las miradas y ese beso que se le ha clavado a fuego lento en un lugar privilegiado de su alma. Nunca un beso le gustó tanto, le llegó tan adentro y eso no le gusta. Da golpes al volante:
--¡maldita sea... maldita¡¡
Piensa en Joel con deseo y con odio:
--¡¡te voy a destruir maricón... voy a acabar contigo y con tu odiosa familia¡
Su rostro se llena de lágrimas. Se distrae un momento y no ve que un coche se le cruza en su camino y choca con el auto de Nicolás por el lado del acompañante. El golpe es fuerte, Carlos golpea su cabeza contra el volante.
Para Noelia es el día más feliz de su vida. Se ha cumplido su sueño. Se va a casar con Joel. Lo abraza llorando.
--¡¡sí... si¡¡ ¡¡claro que sí¡
Y Noelia lo besa y Joel tiene que hacer un esfuerzo por no mostrarse frío y es que no hace más qué pensar en esos labios de Carlos que ha besado, que ha sentido tan suyo. Tiembla sólo al pensar en eso. Fuerza una sonrisa, le duele verla tan enamorada y saber que él jamás la corresponderá. Ahora sabe seguro que nunca podrá hacer el amor con ella, que nunca lo podrá querer. Necesita tiempo, tiempo para saber a que atenerse con Carlos. A descubrir su juego. Ante ella fuerza una sonrisa pero cuando ella no lo ve se le nota su angustia, su miedo. Ella lo mira y lo besa. Está muy enamorada. Llora cuando él le pone el anillo y se aferra a él con fuerzas.
--gracias... gracias por hacerme tan feliz...
--espero hacerte feliz, espero que algún día no te arrepientas de este sí que me acabas de dar.
Noelia lo acaricia, se siente en una nube:
--¿cómo crees que me voy a arrepentir? Desde niña soñaba con nuestra boda...
--¿en serio?
Ella lo mira con timidez:
--cuando alguien me preguntaba qué quería ser de mayor no lo decia pero siempre pensaba en ti, en ser tu esposa... siempre en las noches soñaba contigo y me dormía pensando con detalle el día de nuestra boda... El día de mi comunión parecía una novia y te robé un beso... ¿te acuerdas?
--pues no lo siento... –tímido.
--Tu saliste corriendo pero te lo di y yo me sentí mi esposa... Ese día juré que sólo un hombre me llevaría al altar tú... Me quiero casar en la misma iglesia que hice la comunión...
Joel traga saliva:
--¿te quieres casar por la iglesia?
Noelia lo mira decepcionada:
--¿tú no?
--bueno es que yo no estoy muy cerca de Díos...
--Casarme contigo es mi sueño por favor... deja que sea como yo soñé...
Casarse con Noelia no es algo que le apetezca:
--es que yo pensé algo sencillo y por el civil...
--Pero es que eso y nada no es lo mismo... Además... No se supone que tú eres tan religioso y que quieres llegar virgen al matrimonio...
--si bueno pero es que yo quería algo rápido...
Noelia besa a Joel:
--te juro que yo hablo con el cura para arreglarlo todo rápido en menos de dos meses nos casamos...
Joel está pálido. Le aterra la idea de casarse con Noelia.
--¿qué pasó, mi amor? ¿no estás feliz?
Y es que Noelia lo ve demasiado distante:
--Sí, claro...
Noelia lo abraza:
--deben ser los nervios de todos los novios pero tu madre estará feliz y entre tu madre y la mía seguro que lo organizan todo...
--Si pero lo de los nietos... de momento yo no quiero ser papá...
--si claro yo también quiero disfrutar de ti un tiempo, y ahora que está recién casada a lo mejor ya no quiere ser abuela... tu madre es joven a lo mejor hasta te da un hermanito...
Joel siente angustia ante esa posibilidad, celos. No soporta la idea de que Carlos tenga un hijo, menos con su madre.
--¡¡no... con él no...¡
--¿porqué no? ¿es que me resultaste un hijo celoso?
Joel sabe que el matrimonio de su madre no durará y espero que Carlos no sea tan inmoral como para embarazar a una mujer que no quiere.
--no es eso, es que aunque sea su marido en realidad es un desconocido...
--Tienes razón aunque eso a ti y a mi no nos va a pasar... Nos conocemos de toda vida y vamos a estar toda la vida juntos...
A Joel le da pena jugar con sus ilusiones pero se está jugando demasiado.
--bueno a ver como nos va... yo de momento tengo un poco de susto por lo desconocido...
Y ella está tan enamorada que él trata de contagiarse un poco de la alegría de ella. De todas formas lo que le motiva a esa boda es pensar en la cara de Carlos cuando lo vea comprometido, él que se sentía superior a él, menos gay que él por estar casado ahora estaran los dos en las mismas condiciones.
--es normal que estés algo asustado y a medida que vaya pasando el tiempo será más.
A él lo que más miedo le da es la noche de bodas:
--tendrás que tener paciencia conmigo... Será mi primera vez...
Y Noelia siente mucho deseo. Está segura que en el momento que el guapo joven sea al fin su esposo nada lo retendrá.
--en la noche de boda tu promesa no tendrá caso...
Él la mira con timidez:
--pero será mi primera vez...
Y ahora que lo sienta ya su marido no se puede controlar. Le pellizca el culo:
--vas a cumplir... te vas a portar como el macho que eres...
Y Joel traga saliva nervioso seguro que eso es imposible y es que su piel sólo piensa en la de Carlos.
Emilio está en el jardín. Le sorprende ver llegar a Carlos con el auto abollado. Él sólo lleva una tirita en la cabeza. Se acerca a él burlón:
--veo que hoy no ha sido tu dia te suerte... y ahora ¿que te pasó?
--te importa?¡ --furioso.
--sí me hubiera encantado que convirtieras a mi madre en vidua...
--¡¡¡pues el maricón de tu hermano me iba a llorar, almenos hasta que no le heche un buen polvo...¡ --Carlos con desprecio.
Para lastimarlo Emilio le dice:
--si eres muy bueno cogiendo... me extraña que yo sea el primero... ¿seguro que fui yo? No parecía.
Y Carlos lo va a golpear y llega Soledad.
--mi amor ¿¡qué te pasó?
--tuve un accidente...
A Emilio le duele ver a su madre tan preocupada, tan amorosa con su marido. Abrazada a él Carlos mira amenazante a Emilio que tiene miedo porque no sabe cuan lejos está pensando llegar su guapo padrastro y él solo no se atreve a retenerlo. Joel es otro que le preocupa, no sabe qué es lo que planea y le duele que por su culpa salga lastimado.
A la hora de la cena, Emilio y Carlos se encuentran en las escaleras:
--¿y el maricón de tu hermano?
--No sé... ahora el único maricón que veo eres tú...
Carlos lo mira con odio:
--te voy a partir la boca...
Soledad los interrumpe:
--llegó Joel con su novia... nos van a anunciar algo...
Carlos mira a Emilio sorprendido:
--¿Joel tiene novia?
--¿es que crees que tú eres el único maricón que usa a una mujer para no decir la verdad?
Los dos bajan juntos, cuando llega Carlos, Joel abrazando a Noelia dice:
--en dos meses mi novia y yo nos casamos...
Soledad abraza a la pareja feliz:
--¡¡lo sabía... lo sabía¡
Carlos mira a Joel con el rostro desencajado porque no esperaba eso. Joel sonríe victorioso pues ha logrado lo que quería, descentrar al hombre que le gusta.
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