Noelia está muy enamorada de Joel. Él la mira con ternura. Le emociona que lo quiera tanto y espera poder corresponder a ese amor pero en el fondo está seguro que eso no va a poder ser y le atormenta.
--¿de verdad quieres volver conmigo a pesar de...?
Joel se gira con vergüenza para asegurarse que su madre no está escuchando. Soledad estaba limpiando supuestamente la puerta.
--¡¡mamá¡ --la regaña el guapo Joel.
Soledad con el trapo disimula:
--ay mijo es que está de sucia la puerta...
Noelia sonríe. Joel está muy molesto porque teme que su madre descubra su secreto.
--¡¡no me molestes¡
--¡¡ay mijo, que gruñon¡¡
Joel le entrega el ramo:
--¿será que me puedes dejar solo?
--si claro... mijo...
Soledad se va. Joel mira a Noelia pero se gira de nuevo y ve a su madre espiando. La mira regañón, y sale. Cierra la puerta. Se quedan ahí frente a la puerta. Soledad corre a pegar su oído en la puerta. Joel siente que todo el mundo lo espia y le da terror que descubran su secreto. Decide apartarse.
--¿porqué tan nervioso?
--es que no quiero que nadie nos oiga...
--¿y porqué no vamos a mi casa?
Él la mira con vergüenza:
--es que no quiero que te confundas...
--Te juro que no abusaré de ti... --dice ella con ironía.
Él agacha la cabeza.
--no te burles... yo lo estoy pasando mal.
Noelia lo besa en las manos:
--confía en mí.
Y se miran a los ojos y Joel pide fuerzas a su padre para amar a esa joven que tanto le quiere y borrar de su mente y su alma sus fuertes de deseos de acostarse con un chico. Suben a casa de ella.
--no estés tan nervioso... ¿quieres tomar algo?
--un jugo está bien,..
Los dos se sientan en el sofá con jugo en mano. Ella arde de deseo. Le provoca mucho el cuerpo de infarto de él pero aunque le cuesta se controla.
--tenía miedo que le dijeras a todo el mundo que no sirvo como hombre...
--es lo que iba a hacer... les iba a decir a todos que eres maricón...
Y Joel se pone muy nervioso y se tira encima todo el jugo. Se siente descubierto. Tose.
--¡¿cómo?¡
Noelia busca un trapo y le limpia la camisa, los pantalones. Cerca de los genitales. A él no le gusta y ella arde en deseo. Él se aparta de ella.
--no hace falta... como ... pero...
Joel está muy nervioso. Noelia sonríe:
--no te enojes, ya sé que dicen que los chicos guapos o tienen novia o son gay pero eso son cosas que se dicen... nadie sospecharía de ti... además dos hermanos y los dos maricones... eso es estadísticamente imposible...
Joel fuerza una sonrisa:
--si claro...
Noelia lo acaricia. Lo mira enamorada.
--te amo.
Y ella habla con sinceridad y él siente culpa por no ser sincero. Noelia besa ligeramente los labios de él:
--yo te amo desde niña y siempre soñé que fueras el primero...
--menos mal que no me esperaste --dice él con timidez.
Ella le sonríe y le acaricia las manos:
--yo te amo y esto va más allá del sexo... No quiero estropear el que ha sido el sueño de mi vida... Te tengo a ti y me da rabia pensar que iba a estropear todo por una tontería...
--pero yo soy virgen y tu no... es normal que tú quieras algo que yo no te puedo dar...
--Lo sé y estás tan bueno --Joel se ruboriza-- que a veces no me puedo controlar...
--¿y qué hacemos?
--pues si tú me tienes paciencia, yo procuraré controlarme pero si no puedo y tú no puedes y nos enojamos pues espero que tú me perdones...
--y ¿cuanto tiempo estaremos así?
--hasta que tú superes tu trauma...
Y él la mira muy serio:
--y si no lo hago nunca...?
--bueno... espero que esto no sea así... ¿nunca has pensado pedir ayuda profesional?
Joel se pone nervioso:
--¿¡crees que estoy loco?¡
Noelia lo abraza por la espalda y él se siente muy refugiado en el cariño de ella:
--No, lo que creo es que tienes un trauma y que si no recibes ayuda no vas a solucionar...
Él la mira con mucha vergüenza, lloroso:
--no me pidas eso... por favor --le suplica él.
Y ella está tan enamorada:
--haré todo lo que tú me digas... si es preciso hasta me caso contigo para que se te pase el trauma...
Joel traga saliva:
--¡eso no...¡ --alterado aunque luego habla más calmada-- somos demasiados jovenes...
Ella se aferra a él:
--haré lo que tú me digas pero no me dejes... no me dejes nunca...
Él se siente conmovido por el amor de ella. Es algo que le enorgullece. El amor de esa chica, que los chicos lo enviden por estar con ella que es muy linda hace que almenos esté un poco tranquilo porque el amor de ella hace que se siente hombre, pese a los miedos que lo atormentan. El amor de Noelia hace que nadie sospeche que es gay.
En la tarde, Emilio está como siempre en esa biblioteca pendiente de los libros y los chicos guapos. Ve un chico de unos 19 años, muy guapo. Rubio. Va de arriba a abajo. A Emilio lo cautiva desde el primer momento. Le tiene unas ganas. Nunca lo había visto. De repente ve que el chico mira hacia el pasillo donde están los lavabos como asegurándose que están allá y todo Emilio se revoluciona:
--¡¡es mi momento¡
El rubio va al lavabo y Emilio está. La luz está apagada. Eso es señal de mal rollo.
--bueno... según lo que vea no me pongo a su lado... tampoco es cuestión que me parte la cara si a lo mejor está muy pegado y tampoco le veo nada...
Emilio abre la luz y entra. El joven guapo está en el urinario muy separado. Emilio sabe que se la verá sin problema y es una tentación demasiado grande y pese al riesgo que el guapo se enoje ¡¡que le quiten lo bailao¡ Al chico le pone nervioso la presencia de Emilio pero prefiere no inmutarse. El chico está en el lado al que le gusta ponerse Emilio porque desde ahí ve mejor pero aunque está nervioso el chico la ha puesto las cosas fáciles a Emilio. Está muy separado, pantalón muy abierto y tiene su bella trompa muy poco agarrada. La visión sólo dura unos segundos pero es una inyección de vida brutal para Emilio, es una visión que le encanta.
--que linda trompa --dice Emilio para sí al mirar ese miembro de casi 10 centímetros y bien gordita.
Toda ella para abajo. A Emilio le excita ver como le sale el pis. Le hubiera gustado congelar ese momento. Se la ve perfectamente y eso borra su amargura por lo de Carlos. Le gusta mucho ver a los chicos como se la sacuden pero el chico mira a Emilio con muy mala cara y Emilio no se atreve a ser descarado y aparta la mirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario