lunes, 25 de mayo de 2020

Capítulo 26




Emilio ya se ve en la cárcel. Joel sonríe:
--este maldito está vivo...
Y no puede evitar mirarlo con odio y a la vez con deseo. Le ha encontrado el pulso.
--¡estás seguro¡?
--si aunque creo que nos vamos a arrepentir...
--¿y porqué no recobra el conocimiento?
--Ve a buscar agua...
Y Joel se queda a solas con él.
--cómo me gusta...
Aunque lo ha humillado, ahora que no tiene pruebas en su contra, se siente más tranquilo.
--me gustas... cómo me gustas... pero ¿qué es lo que pretendes?
Joel acaricia ese pecho... Lo llama...
--se ve tan dulce... tan a mi merced...
Le gustaría poder lastimarlo:
--podría hacer con él lo que quisiera...
Es tan guapo, se ve tan tierno:
--porque las cosas no son diferentes... ojala lo hubiera conocido en la calle, me hubiera gustado vivir un amor hermoso
Acaricia esos labios que lo llevan... Ya se la han mamado, ya le han pajeado... pero se beso, un verdadero beso de amor aún no lo ha tenido y lo desea... lo desea tanto...y aunque trata de echarse atrás con cosas como "está inconsciente", "es el esposo de mi mamá", "¡te desprecia¡" Pero Joel está embriagado de él, se ha dejado humillar y aunque sea con un beso robado desea saber a que saben sus labios. Cierra los ojos y goza de ese beso. Es un beso leve pero que Carlos responde casi de una manera mágica. Por un momento a los dos los une la dulzura. Se miran con cariño. Cuando Carlos se da cuenta de lo que ha pasado se pone como loco:
--¡¡¡¡¿¿qué haces maricón?¡
Joel le sonríe:
--te besé y me besaste...
Carlos lo iba a golpear pero Joel ya está más tranquilo y le para el golpe:
--¡¡si yo soy maricón... tú también... así que los dos caemos¡
Carlos lo mira con rabia:
--¡¡yo soy casado y mi esposa me protege de chisme¡
--¿y estás seguro que yo no me puedo casar?
Con mucho desprecio Carlos le dice:
--las chicas huelen a un macho y tú hueles a pura hembra...
Aunque Joel está nervioso ese hombre le gusta mucho y le dice:
--pero te gustó beber mi leche cosa que a mi no me gustó la tuya...
A Carlos le duele que mientras él gozó del semen de Joel, éste demostró asco.
--¡¡te voy a matar¡
Y es cuando se da cuenta que no tiene el video.
--¡¡¿¿dónde está el video?¡
Joel sonríe:
--lo rompimos...
Y Carlos lo iba a golpear pero Emilio entra en ese momento:
--¡¡Carlos¡
Y en el momento que se gira Emilio le tira una jarra de agua helada a la cara. A Joel le excita ver como por el fornido pecho de Carlos que está enloquecido.
--¡¡me las van a pagar maricones¡
Con burla Emilio le dice:
--sumate a la lista... somos tres maricones... 
Carlos iba a golpear a Emilio pero Joel lo agarra del brazo:
--¡¡ni se te ocurra¡
--¡¡todo el mundo va a saber que te acostaste conmigo¡
Joel mira a Carlos horrorizado. Furioso Carlos dice:
--¡¡me pagaste y muy bien¡
--sí ¿y crees que de cara a la gente eso te justifica? Porque yo te pagué por un polvo pero no para que gozaras y te gustó tanto que has repetido con mi hermano...
Carlos da un empujón a Joel y toma una camisa:
--¡¡los dos son una basura¡
Carlos mira a Joel:
--¡¡¡tu hermano me pagó 600 mil euros por un polvo¡
Joel no sabe de dónde saca las fuerzas, le acaricia el pecho:
--lo vales pero eso no te convierte en menos maricón... y lo que Emilio no sabe es que has disfrutado bebiendo mi leche...
Carlos siente mucho odio:
--¡¡se van a arrepentir¡ ¡¡¡se van a arrepentir de esto¡
Carlos se va poniendose la camisa. Se siente bien pese a que tiene una herida en la cabeza pero que ya no sangra. Joel se sienta en la cama. No puede creer como ha sido tan valiente. Además siente envida de su hermano por haberse acostado con Carlos.
--lo siento --dice Emilio con culpa.
--yo no soy quien para juzgarte... yo se la mamé sabiendo que era el esposo de mamá...
--sí pero es que Carlos se está vengando de mí... Todo es un plan y no sé cuan lejos pueda llegar...
Y Joel piensa que el precio bien merece la pena por el placer que ha sentido:
--mamá lo ama y contra eso no hay venganza... Es el destino, las cosas pasan porque sí... No es tu culpa...
Con la misma toalla que Joel se ha lavado la cara, Emilio limpia la sangre.
--luego tira esa toalla o mejor la quemas...
--pero eso no soluciona nada... Carlos es una amenaza --Emilio.
--No podemos hacer nada...
--¡¡es mamá, tenemos que decirle qué clase de hombre es¡
--no quiero que sepa que soy gay...
Emilio se pone de cuclillas, Le acaricia la mano:
--yo te quiero hermano y tengo la misma imagen de ti te gusten los hombres o las mujeres...
Joel le sonríe:
--ojala yo hubiera sido como tú...
--a mí no me va mejor que tú...
--pero almenos tú no me juzgas...
--Yo te apoyaré...
--No puedo... se lo prometí a mi padre en su lecho de muerte...
--¿cómo?
--Me tienes que prometer que no se lo dirás a nadie...
--si claro...
Van al cuarto de Joel porque no se fian de estar en esa recámara. Aunque prometió guardar el secreto, Joel siente que ya es hora que Emilio sepa que su padre siempre lo hizo de menos por ser gay injustamente.

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