Emilio está en la biblioteca dónde no sólo le atrae los libros sino la cantidad de macizos que allá encuentra y en especial cuando a uno le puede ver su pedazo de trompa. Lleva unos dias sin suerte y ni ve a Carlos. Eso lo tiene triste. De repente se fija en un moreno.
--¡¡que guapo es¡¡ ¡¡que macizo¡ --dice muy excitado.
Mientras lo va mirando su deseo aumenta:
--¡¡a este se la tengo que ver... tengo que verle la trompa o me muero¡
Y Emilio lo va mirando. Lamenta no tener poderes y que así hombre que el vea haga lo que deseo.
--si eso fuera posible... ¡¡que felicidad¡¡ ¡¡me hartaría de hombres¡
Sonríe pícaro:
--de algo tan bello es imposible cansarse.
y mientras va pensando eso el moreno va al lavabo. Emilio no se lo puede creer pero lo sigue.
--¡¡no puedo tener tanta suerte...¡¡ ¡¡no se la podré ver¡¡ ¡¡no puede ser¡ --va pensando Emilio con ansiedad.
No puede creer que tenga tanta suerte.
--a lo mejor si... a lo mejor este hasta me deja comer...
Emilio entra en el lavabo justo detrás del moreno. Se pone muy cachondo al ver que se va a poner en el urinario. Aunque se pone en el que le gusta estar él porque así ve mejor. Emilio va tras él. Le gusta mucho verles sacársela y ese dia lo logra y es algo que le pone a 10 mil porque ya estaba a mil. Y le puede ver la trompa perfectamente.
--¡¡que maravilla --piensa-- que cosa tan guapo¡ ¡¡es todo un tesoro¡
Es grandecita, de unos 10 centímetros aunque delgadita. Acaba como en condón. El morenazo está muy separado. Y Emilio sí se gira se la puede ver perfectamente. Y esa trompa le gusta demasiado como para perdérsela... Y aunque se ve muy descarado porque no hace pis, se queda embobado mirando esa trompa que tanto le gusta.
--¡¡que gozada¡ ¡¡lo que yo daría por tenerla en mi boca¡¡ --dice para sí.
Le excita muy ver esa trompa tan grandecita y hermosa. Es descarado y le gustaría que el chico le dijera algo, que le hiciera la invitación que él tanto soñó. Al moreno le cuesta hacer pis, es por los nervios por las intensas miradas de Emilio pero aún así no se junta. Le da pena Emilio. Piensa que sí es feliz con tan poco no merece la pena y prefiere hacer el que no se da cuenta. Emilio no pierde detalle de esa trompa que tanto le gusta:
--¡¡es una joya de la naturaleza¡¡¡ --dice-- ¡¡es increible que exista algo tan hermoso¡¡
Cuando el moreno al fin logra hacer pis, se lava las manos. Emilio se va a su lado. Aunque es algo que nunca hace se lava las manos sólo por estar un rato más al lado de ese moreno que le ha hecho vivir un día de los que hace vibrar. Emilio desea que por una vez esa vibración sea total. Que un macizo deje que goce de su cuerpo. Le gustaría que fuera ese moreno el que le hiciera el favor pero el moreno está para la labor. No le dice nada pero lo mira con muy mala cara. Siente un gran alivio al irse de ese lavabo y espera no volver al ver a ese:
--maricón depravado --como lo llama para sí.
Emilio está feliz por haber sumado una trompa más a su larga lista:
--algún día se me tiene que hacer... algún día podré chuparsela a un tio bueno... y bueno... si ya me taladra el culo... ¡¡ojala¡¡¡ojala¡
Emilio sale muy contento. Pasa por el lado de ese moreno evita mirarlo para no molestarlo más.
1 año después...
Emilio está en la biblioteca. La presencia de Carlos lo ilumina todo. Emilio no ha vuelto a tener oportunidad de seguirlo al baño, Carlos no suele ir y cuando ve es justo cuando Emilio regresa y a tanto Emilio no se atreve. Además la última vez fue un momento que recuerda con excitación pero como ya lo molestó entonces tampoco lo quiere molestar más. Además ya ha perdido las esperanzas de tener algún dia algo con él así que tampoco tiene caso pero con el pasar de los meses tiene muchas ganas de volver a verle esa trompa. Es la que más le ha gustado de las muchas que ha visto y ya que sabe perfectamente que jamás será suya pues almenos verla de vez en cuando le es un consuelo. Y de repente Carlos va al lavabo. Emilio va detrás feliz.
--¡¡se la voy a volver a ver¡¡ ¡¡por fín... por fin¡
Aunque sabe que Carlos no ha sido sincero, está seguro que ni que sea por hipocresía Carlos dejará que disfrute de esa trompaza que tanto le gusta. Emilio está a cien.
--¡¡es mi día de suerte¡¡ ¡¡sí¡
Vérsela al guapo chico le hace más ilusión que tener algo con un chico cualquiera.
--de hecho es el chico más guapo del mundo y prefiero no tener nunca nada con nadie pero disfrutar de la octava maravilla del mundo.
Emilio entra en el lavabo excitado y dispuesto a disfrutar de lo que más le gusta. Se queda decepcionado al ver que Carlos está leyendo un papel. ASí es y así Emilio se da cuenta que Carlos lo que hace es hacer tiempo. Carlos piensa estar leyendo hasta que Emilio se dé por vencido. En ese momento entra otro. ASí que Emilio tiene que hacer pis al lado de ese otro más bien muy feucho. Le excita escuchar a Carlos hacer pis muy fuertemente. El otro se va en seguida y Emilio va muy lento para estar un rato a solas con Carlos. Carlos por dentro se ríe porque se da cuenta de la decepción de Emilio:
--jodete, maricón –dice Carlos para sí.
Carlos se finge simpático ante Emilio:
--hola ¿que tal?
Emilio está algo dolido porque no le ha dejado disfrutar:
--pues muy mal --piensa-- ¿qué te costaba enseñarme tu buena trompa?
Carlos su sube la cremallera lo que le pone muy cachondo.
--¿y como van tus novelas? me comentaste un día que escribías... ¿sigues escribiendo?
--sí claro...
--pues si te sirvo de inspiración...
Emilio sabe que no es sincero y no le gusta que le habla con tanta confianza si después ni le deja gozar de su trompa. Eso es algo que no le persona. Se muestra tosco con él. Lo mira con deseo.
--lo que me inspiras es la masturbación todas las noches, tio bueno... ¡¡como te la mamaría¡¡ --dice Emilio para sí.
Emilio fuerza una sonrisa. Aunque está enojado tampoco quiere que se le note porque tiene la esperanza de en algún momento poder volvérsela a ver. Se va algo triste. Cuando se ha ido Carlos se ríe.
Al día siguiente, Emilio está en la biblioteca con un mal sabor de boca. Carlos está ahí.
--tuvo que ser casualidad... seguro que si no fuera por el tío ese sí habría hecho pis en el urinario y se la hubiera visto... --piensa.
Carlos pasa toda la tarde leyendo. Le pone nervioso la mirada de Emilio. Le entra pis. Va deprisa. Se pone de mal humor al ver que Emilio lo sigue y entra en el wáter. A Emilio le da mucha rabia pero piensa que tal vez aún así pueda verle algo pero Carlos está de espaldas y no se le ve nada. Emilio se enoja mucho y ya ni disimula se va.
--¡¡que asco de tío... pero después que no venga a hacérseme el simpático porque no se lo voy a permitir¡¡
Joel está paseando con Noelia. Se están besando delante de la casa de ambos. Ella se ve enojada.
--¿qué te pasa? --le pregunta él.
--es que ya hace mucho que estamos juntos y eres tan suave...
--¿es que no te gusta como beso?
--No es eso pero es que yo necesito pasión...
--es que me da cosas delante de casa...
--mis padres no están... yo sé lo que necesitamos...
--Yo es que...
Joel se está muriendo de miedo.
--Joel... si no hacemos el amor te voy a dejar...
Joel tiene miedo de lo que pueda decir la gente si Noelia va diciendo que lo dejó porque fue incapaz de hacer el amor. Se deja llevar y en la cama justo cuando ella lo va a desnudar él dice:
--¡¡no... no puedo¡¡
Noelia está desesperada:
--¡¡sí te vas te vas a enterar... le voy a decir a todo el mundo que eres maricón¡¡
Joel se asusta pero sabe que no puede hacer nada. Mira a Noelia herido y le dice:
--haz lo que quieras...
Se va. Baja las escaleras furioso y maldiciendo. Emilio llega de mal humor a su casa. Se topa con su hermano en el rellano.
--¿que pasa hermanito?
--dime... ¿cómo lo aguantas?
--el qué?
--pues el ser maricón y que todo el mundo te desprecie... ¿no te da vergüenza ser como eres?
--me encanan los hombres... me hace muy feliz. Lo que diga la gente a mí me da igual...
--pero no tienes novio...
--si yo fuera tan guapo como tú me sobrarian los novios pero ni modo...
--¡¡yo no soy maricon¡ --dice ofendido.
A Emilio le sorprende la agresividad de su hermano.
--¡no puede ser¡¡
Emilio no puede creer que su apuesto hermano que siempre lo ha despreciado sea homosexual como él.
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