lunes, 25 de mayo de 2020

Capítulo 36


Sebastián y Emilio están los dos solos en el piso en el que vivía el segundo. Los dos están muy nervioso.
--¿te pongo algo?
--Agua...
Emilio le sonrie:
--vida sana ¿no?
--lo procuro...
Emilio le trae un vaso de agua fresca que Sebastián bebe al momento. A Emilio le tiene seducido la belleza de Sebastián y además su simpatía, su sencillez, su aptitud que es diferente a la de Carlos.
--¿aquí vives?
--no... vivía... recién me mudé... murió un tío mío rico... asi que no te preocupes... tengo mucho dinero...
--no tranquilo... tampoco quiero que pienses que soy un interesado...
--a mi me gustas mucho pero no me engaño... Yo quiero un poco de tu tiempo y lo justo es que me cobres...
--Aunque me parece que el precio es excesivo... no sé... un piso es mucho...
Emilio le pone la mano en los hombros:
--tú me vas a dar vida, ¿crees que eso tiene precio?
--No aunque si soy tu amante pues no me pides que te pida... dame lo que a ti te parezca...
Emilio saca un dinero:
--te traje esto... es sólo un adelante...
Sebastián lo mira sorprendido. Es un sobre con mucho dinero.
--¿cuanto ahí?
--20 mil ¡¡pero te iré dando más¡ ¡¡es solo un adelanto¡
Sebastián no puede creer lo que ve. Rechaza el sobre:
--¿20 mil euros? No... tanto no...
--es sólo una mínima parte de lo que te daré...
Emilio el guarda el sobre en el bolsillo de detrás del guapo y aprovecha para pellizcar ese culo que le fascina. Sebastián le sonríe tímido.
--ya que no me vas a pedir deja que te dé lo que yo crea que mereces... es lo que me has prometido...
Y aunque siente que no merece tanto Sebastián no lo puede rechazar:
--¿tanto te intereso?
--Más de lo que tú crees...
Emilio lo acaricia, y Sebastián cierra los ojos:
--eres el mejor hombre del mundo... te deseo lo mejor... no me gustaría lastimarte... -Emilio suspira fascinado.
--estoy bien...
Emilio le acaricia los labios:
--si hago algo que te moleste me dices... no quiero que me odies...
Sebastián abre los ojos, lo mira con cariño:
--juro que lo haré... no podría odiarte.
Y esos labios lo llaman:
--¿te puedo besar?
Sebastián cierra los ojos:
--si claro...
El guapo rubio cierra los ojos. Emilio siente una explosión dentro de él cuando roza esos labios. Sebastián no piensa en nada, sólo se deja llevar por la pasión de Emilio y responde a esos besos. Y Emilio se aferra a él. Siente que lo va a amar mucho. Emilio se aparta de él, desea decirle que se desnude pero tiene miedo de que se siente presionado. Sebastián procura calmarse. Saca algo de su bolsillo:
--aunque usemos condón te traje eso... soy donante de sangre, creo que así estaras más tranquilo...
Son sus últimos análisis:
--no tengo Sida... así estarás más seguro ¿no?
Y Emilio sonríe:
--con la ganas que me quedé de beber tu leche y tragarmela...
Sebastian le sonríe:
--ya me di cuenta, por eso pensé que te interesaría saberlo...
Y se quedan mirando en silencio, Sebastián conoce su misión. Emilio espera que le finja amor y él piensa que lo merece porque le cae bien porque le pagará una fortuna por eso. Lentamente se desnuda ante él y Emilio vibra porque es una visión que no tiene precio.
--guau... eres muy muy guapo...
Sebastián le sonríe:
--¿y ahora qué quieres hacerme?
Y Emilio se arrodilla ante él y le muerde esa pinga que ese hace monumental en su boca. 
--¡¡vamos a la cama...¡¡ ¡vamos¡
Emilio se desnudo mientras que Sebastián en la cama se hace tocamientos para excitarlo aún más. Y Emilio se tira sobre él. Los dos tocan sus cuerpos, sus miembros se abrazan, se acarician... Emilio acaricia y besa todo el cuerpo de Sebastián y éste hace lo mismo aunque no con tanto placer. Emilio le besa el culo... Está ardiendo. Ya desea la penetración y se pone en posición. Sebastián sabe que ha llegado el momento que más ha tenido y la erección le está fallando y teme quedar mal con Emilio. Emilio lo siente dudar y es él quien se da la vuelta. Se queda en frente. 
--que te pasa? --Sebastián.
Emilio se pone de rodillas para estar a su altura. Lo acaricia:
--que no quiero sólo sexo... quiero que seamos amigos, que trates de quererme no aQaaque me ames pero sí que te importe, que no estés tenso, que hagamos lo que a ti te apetezca...
--pues será que lo dejamos para otro día...
--sí claro...
Sebastián se levanta de la cama con la intención de devolverle el dinero.
--No... no te estoy comprando... eres mi amante... no te exijo nada...
--¿estás seguro? No quiero que sientas que me aprovecho de ti...
Emilio lo acaricia, lo besa:
--lo que me has dado ya merece esto...
--¿seguro?
--sí pero deja que te chupe, que te toque... con mamártela todos los dias pues todo sigue en pie...
Sebastián se tumba en la cama y Emilio chupa esa trompa con gusto y se traga el esperma. Luego se quedan los dos desnudos hablando. Sebastián lo trata con cariño y Emilio siente que está viviendo un sueño.
--te gusta beber la leche...? --Sebastián divertido.
A Emilio le excita mucho hablar de esas cosas con él:
--si aunque de algunos de asco...
--y te gusta la mia?
--sí me gusta
--sabe rico?
Los dos se miran con complicidad:
--salado pero se come bien...
Sebastián sonríe con cara de circunstancias.
--a la mayoria de las chicas con la que he estado les da asco tragarla, prefieren que se la eche en la cara incluso alguna me pidio que luego le chupara la cara...
--comes tu propia leche? --pregunta Emilio excitado.
--yo por una chica lo que sea... --marcando distancias.
Los dos se han hecho grandes amigos, Emilio están en las nubes con ese chico desnudo tan amable para él solo.
--y tus padres? que opinan que seas gay...?
--mi madre pues hace la que no se entera... mi padre me despreciaba aunque hace poco supe que también era gay. Murió de Sida y hasta el final había dicho que no sabía cómo se lo habian contagiado...
--debió ser muy duro...
--pero más duro fue saber que era un hipócrita... ¿sabes?... mi hermano también es gay aunque él lo oculta, mi padre le hizo jurar en su lecho de muerte que jamás estaria con un hombre... Nunca le perdonaré que lastimara a mi hermano...
--te agradezco la confianza... ¿no tienes hermanas...?
--sí es monja...
Sebastián sonríe:
--Monja?
--si, es la decente de la familia... a la única que no le van los hombres... 
--que pena sino te pediría que me la presentaras... --dice irónico.
Emilio lo mira divertido. Le encanta esa complicidad que tiene con él.
--oye... si fueras a ir en serio a lo mejor si me gustaría pero por un polvo no... Si me gustaria que un hombre la enamorara pero nunca sólo por divertirse...
--tranquilo yo jamás le haría daño a una mujer y siendo tu hermana, es prohibida para mi...
Los dos se quedan un buen rato en la cama. Emilio no quiere que se vaya pero le dice que puede hacerlo cuando guste. Sebastián se incorpora en la cama. Esa dulce mirada fascina a Emilio:
--porque yo?
--eres muy guapo ¿te molesta? vas a ganar más que trabajando y tampoco te voy a exigir mucho... mamadas si todos los dias... polvo de vez en cuando sí que me gustaria pero bueno puedo esperar...
Sebastian lo mira agradecido. Su cariño es lo más importante para Emilio.

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