lunes, 25 de mayo de 2020

Capítulo 33


Emilio llega a casa contento. Lo que ha vivido con Sebastián ha sido el momento más feliz de su vida y la posibilidad de que se pueda acostar con él lo tiene como loco. Muy ansioso y es que Sebastián no es sólo muy guapo, es simpático y lo trata muy bien.
--¡¡quiere ser mi amigo¡¡ ¡¡mi amigo¡¡
Emilio está que salta de una pata ya que con Sebastián no tiene sólo resuelto su lado sexual sino el amoroso. 
--de él sí me podría llegar a enamorar y aunque él no me corresponde si está a mi lado... No me importa...
Piensa en Carlos:
--fue un error... Sólo sexo que ahora yo ya ni recuerdo y las consecuencias están ahí y pueden ser terribles...
Aunque disfrutó acostándose con Carlos, aunque fue un gusto que se quiso dar ahora se arrepiente:
--debí darle todo ese dinero a Sebastián...
Porqué aunque el piso que le va a regalar no le va a costar menos pues le hubiera dado todo a Sebastián ya sólo por lo feliz que le ha hecho hablar con él.
--es lo que siempre deseé... una buena mamada y un chico guapo que me escuche, que me demuestre cariño... Yo lo vi interesado... tiene que aceptar..
Aunque sí sólo acepta un polvo de una vez lo va a aceptar porque le gusta demasiado, le va a dar pena porque en realidad lo que quiere es estar con él. Amarlo.
--aunque sea de mentira... Yo siento que puedo llegar a quererte mucho y aunque él nunca me llegue a amar mientras sea dulce conmigo...
Emilio está entusiasmado. Nunca había sido tan feliz y es que nunca un hombre guapo lo había hecho sentir como Sebastián. Está deseando que pasen las horas para encontrarse con Sebastián...

Mientras el guapo Sebastián se ducha. Mientras recorre con sus manos su fornido cuerpo cubierto de agua y jabón va pensando en la propuesta de Emilio. Emilio le ha caído bien:
--me gustaría darle un poco de felicidad a su vida...
Resopla:
--pero que flojera tener que acostarme con un hombre... Con una mamada cierro los ojos y ya está pero un polvo es un polvo... pero si él me paga por ser su amante no puedo estafarlo.
A Sebastián le interesa mucho todo el dinero que Emilio le ofrece: es la oportunidad de independizarse, de estudiar sin trabajar, de ayudar a sus padres... les dirá a sus padres que lo alquila... sabe que sus padres se moririan si lo saben... Se va tocando el pecho, el culo, los genitales:
--¿será que podré acostarme con un hombre?
Sebastián se pega un buen chorro de agua en la cabeza. Está cien por cien seguro que le gustan las mujeres y que acostarse con Emilio sólo es un negocio:
--sí puedo verlo como un trabajo pero que él me la meta por el culo no... y yo no sé si pueda...
Sebastián desea hacerlo:
--es cuestión de no pensar... ¿cuantas veces no he tenido que trabajar en algo que no me gusta? Y Emilio es buena gente, sólo por un ratito al día me solucionará la vida...
Sebastián sonríe. Le ha provocado ternura la ansiedad de Emilio. Le hace gracia pensar que ahora el hombre debe estar sin poder vivir pensando en si aceptara o no su propuesta:
--parece un adolescente antes de su primera vez...
Ese chico le da pena y lo quiere ayudar:
--yo creo que él sabe que lo iba a hacer... Si puedo... No sé tendré que devorar una buena colección de revistas porno para estar excitado... No sé si sera tan fácil mantenerme excitado ante un chico. Pero la prostitución no es algo que se inventó ayer... Miles de chicos heterosexuales lo han hecho por una miseria porque tal y como está el trabajo actualmente así se gana mucho más... Yo tengo la suerte de ganar la fortuna y con un sólo chico... Una oportunidad como esta sólo pasa una vez en la vida...
Sebastián sale de la ducha y se seca con la toalla. Sus padres no están en casa, sale de la ducha secándose la cabeza. le encanta caminar desnudo. Si fuera por él estaría siempre desnudo:
--Mi propio piso... podría estar siempre desnudo y mis visitas como Emilio encantado...
Se tumba en la cama:
--tengo que poder... quiero hacer...
Tiene miedo que los nervios lo traicionen:
--tengo que agradecerle a Emilio porqué me haya elegido a mí, pero no le puede fallar... aunque espero que de verdad le guste mucho y desee especialmente que sea yo y tenga paciencia conmigo... si me pide mucho no podrá ser...
Y Sebastián quiere ser él:
--muchos darían lo que fuera por ganar esa fortuna por tan poco ... sólo sería con él que me daria más dinero del que ganaria nadie en esto y en cualquier otro trabajo en toda la vida y encima le hago un favor...
Emilio le ha conmovido.. Se lleva las manos al corazón. Algo dentro de él le dice que ayudarlo le hará feliz. Siente que Emilio va a cambiar su vida. Se levanta de la cama, se pone el boxer:
--mientras no me enamoré de él...
Sonrie mientras se sube el boxers. Le encantan las mujeres, de eso no tiene duda, Emilio será un trabajo. Sabe que jamás lo verá sino como un amigo. Eso no le preocupa en absoluto. 



Joel está a solas en su cuarto. Desnudo. Tiene su arma muy grande y muy gorda entre sus manos. Se está dando placer así mismo. Siente placer sólo recordando a Carlos pero necesita ese desahogo. Llaman a su puerta. La interrupción no le hace nada de gracia.
--hermano, puedo pasar?
A Joel la fastidia Emilio pero sabe que sí se acerca a él es porque tiene que hablar con él urgentemente. Le diría que volviera más tarde pero sabe que tampoco se iba a concentrar. 
--¡¡si ya voy¡ --jadea Joel.
Emilio nota sofocado a su hermano:
--si quieres vuelvo más tarde...
--¡¡No... no¡
A Joel le da vergüenza que su hermano se entere que se masturba pensando en el esposo de su madre. Se pone el boxers pero la ereccion es muy evidente. Se pone los jeans. Abre a su hermano sin camisa y con los pantalones desabrochados... Emilio se da cuenta que está excitado:
--que pena haberte molesto...
Joel se ruboriza:
--¡¡no... no¡¡ ¡si estaba leyendo¡
Y Joel va buscando algo que pueda hacer pasar por el libro que lee pero no lo encuentra. Se sienta en la cama con la almohada encima. Fuerza una sonrisa.
--que pena molestarte... ¿seguro que no quieres que vuelva después?
--No, en confianza... pasa...
Los dos hermanos se miran con complicidad. Joel se da cuenta que Emilio sabe lo que estaba haciendo y pensando en quien y aunque le da vergüenza que su hermano no le reclame lo tranquiliza. Emilio cierra la puerta y se sienta al lado de su hermano.
--sabes, me gusta que nos hayamos encontrado como hermanos, que podamos hablar de nuestras cosas...
Joel le sonríe, le pone la mano en el muslo fraternalmente:
--aunque sé que tú no estás de acuerdo en mi boda con Noelia me alegro que me guardes el secreto.
--yo lo único que quiero es que seas feliz...
--¿y tú?
--en ello estoy...
Joel le sonríe:
--¿conociste a alguien?
--sí, vi un chico que me gusta mucho... se la mamé...
Joel le sonríe:
--pues me alegra por ti...
--pero le pagué... --y para justificarse dice-- ¡es que me gustó mucho¡¡ ¡¡si lo vieras que guapo es¡
Joel no lo juzga pero le dice:
--ves con cuidado...
--Crees que no debería hacerlo por si pasa como con Carlos?
--Con Carlos tuviste mala suerte, te topaste con un gay que no sabía que lo era y que no le gusta serlo... No te tiene que volver a pasar pero busca amor y no sexo...
--¿y eso cómo se busca?
Y Joel piensa en la mirada de Carlos y se estremece. Suspira:
--te juro que el amor llega de la manera que menos lo esperas...
Joel tiene cara de enamorado pero también de amargado.
--¿Es Carlos?¿te estás enamorando de él? --le pregunta Emilio.
Joel pone cara de resignación. Sabe que está mal lo que esta sintiendo pero no lo puede evitar.

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