Después de su sensual encuentro con Carlos en el lavabo, Emilio llega a su casa muy excitado.
--hacía tanto que no se la veía.. ..¡¡que guapo es¡
Siempre ha mirado a los chicos guapos de lejos y nunca pensó tener una conversación tan caliente con un chico que le gustara tanto como le gusta Carlos.
--pero es que claro... con esa maravilla entre sus manos y hablándome de sexo... ¡¡como no me iba a poner cachondo¡¡ --dice para sí porque a él mismo le sorprende que haya tenido valor de corresponder a sus preguntas.
Va recordando la conversación. Se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡esto ha sido un coqueteo en toda regla¡¡ ¡¡es que no sé cómo me he atrevido a tanto¡¡
Aunque le da un poco de vergüenza está tranquilo porque fue Carlos quien lo propició todo, él sólo siguió. Cree que podrá comportarse con normalidad y esperar a ver que hace él.
--Él no parecía sincero, se molestó... pero no haber comenzado --va diciéndose para calmarse-- no creo que su reacción a este exceso de confianza mío sea bueno pero es que yo estaba demasiado embriagado por la belleza extrema de su trompa y sólo me faltaba que él me animara con sus preguntas tan calientes...
A Emilio sólo le preocupa una cosa y es que alguien los escuchara y quede en evidencia. Aunque no le moleste que todo él mundo sepa que es gay porqué es algo evidente pero sí de su vicio de seguir al lavabo a los chicos guapos. Emilio está seguro que ahora Carlos lo va a rechazar pero le pone muy cachondo hablar hablado así con Carlos:
--siempre quise hablar de este tipo de cosas con un tío bueno... ¡¡que bueno que fue él¡¡ ¡¡seguro que él quería saber esto para alejarse de mí y bueno y si se aleja que se vaya... ¡¡que me quiten lo bailao¡¡
Y mientras Emilio llega a su casa muy contento, Carlos lo hace de mal humor.
--¡¡maldito maricón...¡¡ ¡¡este no me vuelve a pillar en el lavabo en su puta vida¡¡
El guapísimo Carlos se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡quien me manda a mi meterme en lio¡¡?? ¿¡¡cómo ese maricón de mierda pensó que yo le iba a dejar hacerme algo??¡
Carlos llega a su casa. Lo recibe su chica. Lo besa enamorado. Él la recibe distante.
--¿¿qué es lo que te pasa, mi amor?
Carlos se aparta de ella.
--Nada... nada...
--¿es que no te gusta que te bese?
Carlos agarra a Fátima del cuello y la besa con agresividad:
--¡¡a mi me encantan las mujeres¡¡ ¡¡a mi el sexo con las mujeres es lo que más me gusta¡
Carlos lleva a su cama a la chica con fuera, es muy agresivo y ella disfruta como una loca. Carlos luego se fuma un cigarro. Está más tranquilo. Fátima apoya su cabeza en el pecho de él:
--¡¡que polvazo me has echado¡¡ ¡¡como me gusta estar contigo¡¡ --le dice ella.
Con el cigarro entre los dientes él dice:
--para que veas que soy muy macho...
Fátima apoya su cabeza en el pecho de él:
--no sabes lo feliz que me hace que el más guapo y el más macho de la ciudad se haya fijado en mi...
Carlos sonríe con orgullo. Le gusta cómo lo hace sentir Fátima.
--todas las chicas te iban detrás... ¿te acuerdas? en el instituto te llamaban el terror de las nenas...
--si claro que me acuerdo... y es que no hay macho más macho que yo...
Fátima lo mira:
--me tienes loca... me tienes tan enamorada...
Carlos sonríe con orgullo:
--es normal...
--Me haría tanta ilusión entrar en la iglesia del brazo de mi padre para casarme contigo...
Carlos escupe el cigarro. Se quema. Lo apaga.
--¿¡¡ves lo que me haces hacer??¡¡ ¡¡no me hables de boda que me pongo malo¡¡ ¡¡yo nunca te prometí una boda¡¡
--Pero yo te he complacido... ya llevamos 2 años viviendo juntos... ¿para que esperar más?
Carlos mira a Fátima enojado:
--¡ya estamos casados... no esperes más de mi¡ ¡Yo no creo en el matrimonio... ya lo sabes¡¡
--bueno no te enojes... Ni que sea por el civil...
--¡no... es no¡ ¡¡yo no necesito casarme...¡ ¡¡no me voy a casar nunca¡¡
--pero es que yo quiero un hijo... ¿no te hace ilusión tener un hijo? Y a mí me gustaría que fuera fruto de un matrimonio...
--¿Para qué quieres tener un hijo...? ¿para que viva en este mundo podrido...?
El guapísimo hombre se levanta de la cama totalmente desnudo:
--¿que te pasa...?
--nada... nada... me voy a la ducha...
Mientras Carlos cubre su desnudo cuerpo de agua y jabón y va rozando con sus manos cada parte de su cuerpo incluido las que más gustan, Emilio piensa en él:
--como me gusta... que estará haciendo...
Recuerda su trompa:
--es la más grande y linda que he visto... Es la octava maravilla del mundo...
Emilio está muy excitado y no puede esperar más. Se masturba pensando en el arma sexual de Carlos que le gusta tanto y no es un secreto para él.
Por otro lado, en la habitación de al lado, Joel llora. Su madre toca a su puerta.
--¡¡quiero estar solo¡
Soledad entra.
--mijo... ¿¿qué pasó? ¡¡es que te rechazó Noelia?
Joel mira a su madre entre lágrimas:
--¡¡¿¿porqué no vas a molestar a otro? ¡¡yo no soy tu único hijo¡¡
--¡bueno mijo tampoco hace falta que seas grosero...¡
Soledad lo deja solo y Joel sigue llorando recordando su fracaso con Noelia:
--¡¡todo el mundo va a saber que soy maricón... y se van a reír de mí como con Emilio¡
Y esto es algo que atormenta al guapísimo joven.
Cuando sale del cuarto de Joel, Soledad se topa con su hijo Emilio.
--mijo no te oí llegar...
--Recién llego... lo que pasa es que tú siempre estás ocupada en otro... --le reprocha.
Soledad se enoja:
--¡es que a ustedes no hay quien los entienda¡¡ ¡¡tu hermano que si me dice que moleste a otro y tú que sólo me ocupo de otro¡¡ ¡¡a ustedes quien los entienda y es que para colmo tu hermana sigue empeñada en querer ser monja¡¡
Emilio se sorprende:
--¿aún sigue con eso?
Soledad hace que sí con la cabeza mortificada. Emilio no puede creer como una chica que podría tener en su cama a los hombres más guapos quiera renunciar a eso por gusto.
--pero quien me tiene preocupado es Joel... ¿porqué tú no hablas con él? A lo mejor entre hermanos se tienen más confianza...
--Tú sabes que Joel nunca ha querido tenerme cerca...
--mijo... eres su hermano mayor... por favor... inténtalo...
--está bien pero no le voy a rogar... si me trata feo como siempre no insisto...
Soledad acaricia a su hijo:
--almenos inténtalo...
Joel está atormentado piensa en lo que le ha ocurrido con Noelia.
--no sentí... nada ¡¡nada¡¡
Y piensa en los hombres que ve en las duchas y que eso sí le hacen vibrar, que le gusta mucho ver a los hombres guapos desnudos. Se baja la cremallera y se saca su arma secreta. Se la empieza a trabajar. Y en ese preciso momento entra Emilio que lo sorprende en plena acción. Joel se enfurece por la interrupción y porque desprecia a su hermano y no quiere ser gay como él.
--¡¡¡largo fuera... te odio¡¡
Joel le tira una almohada a la puerta. Emilio cierra la puerta. Mira a su madre.
--te dije que no era buena idea.
--¿pero qué pasó? ¿¿porqué se enojó tanto? ¿¿qué estaba haciendo?¡
Emilio sonríe:
--dejalo tranquilo...
--¡no... no...¡¡ ¡¡no puede ser tan grosero con todo el mundo¡
Soledad iba a entrar pero Emilio se pone delante de la puerta:
--Joel lo que necesita es que lo dejemos solo...
Emilio se lleva a su madre. Emilio mira la puerta de la habitación de su hermano y sonrie. Joel mientras llora roto de desesperación.
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