lunes, 25 de mayo de 2020

Capítulo 32


Emilio de rodillas ante ese guapo rubio que acaba de conocer , se la mama con gusto, con ansiedad. Parece que hace siglos que no la mama. Tiene muchas ganas de probar la leche de ese guapo y le encantaría poderse tragar su semen pero no debe. La encanta la mueca del rubio, su tension... todo indica que el semen del guapo está preparado para entrar en la boca de Emilio.
--me corro... --jadea él por si Emilio se quiere apartar...
Y el arma del rubio dispara la munición seminal que entra íntegra en la boca de Emilio que la está esperando con ansias. Emilio saborea la leche. Es un sabor salado que le gusta. Se la comería agusto y aunque le gustaria tragarla es un desconocido y ese líquido delicioso podris tener muchos peligros así que, después de saborearla bien (el rubio lo mira con cierto asco sorprendido que aguante eso que a él le repugna tanto rato en la boca y con cara de gustarle) lo escupe en el wáter. El guapo rubio le sonríe con timidez. No sabe que deber hacer ahora.
El chico se sube la ropa, se abrocha los pantalones y se sube la cremallera ante Emilio que está a 10000. Abre un poco la puerta del wáter y cuando se asegura que no ha nadie sale.
--bueno... espero que te haya gustado...
Emilio está en el cielo como para contestar. Su cara lo dice todo.
--me gustó mucho --susurra.
Y el rubio se toca el culo, en concreto el bolsillo en donde dejó ese dinero.
--pues me alegro que los dos nos llevemos un buen recuerdo de eso...
Y el rubio de iba a ir y a Emilio le gusta mucho y no lo quiere dejar escapar. El rubio está de espaldas y Emilio desea ver ese culito desnudo, tocarlo. Es algo que ahora no se ha atrevido a hacer.
--oye...
El chico procura ser paciente:
--¿qué quieres ahora?
Emilio está muy nervioso pero el deseo es muy fuerte:
--cuando me cobrarías por un polvo...? es que me gustas mucho... pagaré lo que me pidas.
El chico resopla. Cuando se levantó esa mañana no espera que iba a recibir una proposición con esa:
--¿de que va esto? de rollo una proposicion indecente ¿o qué?
El chico es amable y eso anima a Emilio:
--hombre, yo no esperaba ofrecerte tanto que puedo encontrar un profesional que me dé sexo por 100 euros... –dice con ironía.
--es que yo no soy gay... nunca he estado con un hombre...
--te seré sincero, esto... estoy solo y me gustas mucho... Estoy buscando un chico muy guapo para que sea mi amante, yo te regalo un piso y mientras estemos juntos mensualmente te iré dando el dinero que me pidas... podrías vivir sin trabajar, sólo por dedicarme un ratito al día.
El chico está perplejo:
--¿esto es en serio...?
--no te quiero obligar, no quiero que después me odies y te quieras vengar de mi...
El guapo sonríe y esa sonrisa le gusta mucho a Emilio:
--hombre, si tu cumples y yo acepto porque me iba a querer vengar...
--es que no es la primera vez que lo hago y no me fue bien...
--pero te han quedado ganas de repetirlo... --dice el rubio divertido.
--es que me gustas mucho y no tengo sexo con nadie...
--¿no serías mejor que fueras con un profesional?
--pero es que no quiero sólo sexo... quiero hombre que haya conocido antes y que me haya gustado... tú me has gustado mucho...
El rubio se apoya a la pica, le habla a Emilio con paciencia, es muy amable.
--recién nos conocemos y no creo que sea lo que necesites...
--¿es que a ti nunca te ha gustado una mujer la primera vez que la ves?
--sí, pero es que yo jamás estuvo con un hombre... ni siquiera sé si pueda contigo...
--no sé... si quieres podemos intentarlo... si no llegamos hasta el final sólo con una mamada yo me conformo... tu dime una cantidad por una vez y si al final no puedes pues sólo te la mamo y te pago igual...
--¿y tu no me harías nada?
--si no quieres no... mamártela si, es lo que más me gusta... no te haría nada que tú no quisieras... Tampoco quiero sentir que te quiero dominar, pero la soledad es muy mala y bueno contigo puedo vivir un sueño... estar acompañado a ratos y tener sexo fijo, no te pido mucho... tú podrías las normas y yo las respectarías... ganarias mucho dinero.
--es una oferta que me atrae pero tengo que estar seguro que no me voy a arrepentir...
--nadie se tendría que enterar, amantes cien por cien... algo secreto. Si quieres si nos vemos no nos conocemos y bueno me puedes dejar cuando quieras te quedarías con el piso y si te he visto no me acuerdo...
El chico le pone la mano en los hombros y Emilio se estremece:
--pareces buena onda y tu oferta es buena... Es una pena que no puedas encontrar el amor de otra forma...
--tal vez algún día pero siendo tu amigo y con sexo estaré contento...
El chico lo mira fraternalmente:
--mi amistad si quieres ya la tienes, lo otro ya veremos...
El chico extiende su mano y Emilio se la encaja y los dos se abrazan. El rubio lo siente temblar y le causa ternura. Le da pena ese chico que está dispuesto a pagarle por sexo. Le halaga su deseo.
--¿tienes novia? --Emilio.
--No aunque me vuelven loco las mujeres, es que la fidelidad no es lo mío... Yo creo que nunca voy a conocer una mujer que quiera estar con ella solo.
--¿vives con tus padres? 
el chico hace que sí.
--supongo que si te gusta tanto el sexo tendrás problema de sitio...
El rubio sonrie. Los dos van hablando como amigos y Emilio se siente feliz, siempre deseó ser amigo de un guapo, hablar de esa manera como un macizo. El rubio se da cuenta de la necesidad de cariño de Emilio y lo trata con mucha amabilidad. Emilio siente que es el primer día del resto de su vida. 
--pues tendrías sitio para llevar a las mujeres... yo nunca vendría de sorpresa, tendrias libertad y yo no te forzaria a nada...
El rubio le sonrie. Le ha caido bien el tipo.
--deja que le piense.
Le gusta su deseo aunque no le apetece nada acostarse con él pero si ser su amigo. Algo dentro de él le dice que debe aceptar por que esa propuesta cambiará su vida.
--¿porque no quedamos no sé mañana aquí a la misma hora?
--si... --Emilio contento.
--bueno pues nos vemos mañana...
Antes de que se vuelva a girar Emilio le dice:
--oye y si no quieres ser mi amante almenos una vez... te pagaré lo que pidas... ni un euro menos, lo que me pidas.
al chico le hace gracia la ansiedad de Emilio y a Emilio le encanta la timida sonrisa de ese apuesto chico.
--mañana te digo...
El chico es guapo y simpatico... Emilio está totalmente cautivado.
--oye... --le dice cuando el rubio ya va a abrir la puerta.
El chico se vuelve a girar siempre con una sonrisa. Parece el hombre perfecto.
--como te llamas...?
El guapo sonríe:
--Sebastián...
--Ya me puedo ir? --dice simpatico.
Emilio lo mira jadeando.
--hasta mañana, Sebastián...
Sebastián le guiña el ojo y Emilio se queda en el lavabo saltando
--¡¡lo logré... lo logré¡
ahora sí que Emilio ha logrado su sueño: ser amigo de un chico guapo y tener sexo ¡¡es lo que siempre soñó¡
El chico es guapo y lo trata bien, está hechizado, aunque tenga pagar por él no le importa nada con tal de estar con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario