lunes, 25 de mayo de 2020

Capítulo 44






Sebastián ha ido logrando un pequeño acercamiento con Ariadna pero ella sólo lo ve como a un amigo.
--tengo que animarme y decirle que me gusta –se dice Sebastián esa mañana mientras le compra flores.
Va a buscarla dispuesto a declararse. Justo frente al edificio en el que vive la joven la ve hablando con Emilio. Sebastián no da crédito a lo que oye. Piensa en de qué se deben conocer esos dos, en que deben estar hablando. Por un momento Sebastián se asusta:
--¿y si es un loco? ¿y si me ha estado siguiendo y ahora le está contando todo?
A Sebastián le da horror que esa joven que le gusta sepa como se gana la vida. Pero de repente como un flash recuerda:
--¡¡es Emilio Soros¡¡
Y piensa en que cuando vio el nombre de Ariadna en la placa de su buzón se le hizo familiar. Se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡son hermanos… sí son hermanos¡
Hasta se le hacen parecido:
--¿¿cómo no me di cuenta antes?
Huye sin que lo vean. Corre. Está desesperado. Le duele mucho pensar que esa joven que le gusta tanto sea la hermana del hombre que le gustó, que es monja y que espera un hijo del marido de su madre. El guapo joven corre, llora. No sabe qué hacer. Regresa a su casa con una gran angustia y empieza a vaciar todo el bar que tiene en casa. Emilio se lo encuentra totalmente borracho. Le preocupa ver que sufre pero no logra que le cuenta lo que le pasa. Sebastián está dolido con Ariadna, con el mundo. Abatido le dice a Emilio:
--si quieres haz conmigo lo que quieras…
--estás borracho…
--pero puedo hacerte el amor.
Y Emilio lo está amando y no desea otra cosa pero le asusta pensar que luego Sebastián lo vaya a odiar por aprovecharse de él.
--seguro?
--mientras no te la tenga que mamar ni me rompas el culo…
--lo que tú no quieras no lo hacemos…
Sebastián llora por dentro pensando en Ariadna pero le tiene cariño a Emilio y le regala la noche de amor con la que siempre soñó. Emilio llora de felicidad mientras Sebastián lo hace suyo. Después reposa feliz con la cabeza apoyada en el pecho desnudo de su guapo amado. Duerme feliz en sus brazos. Sebastián lo mira y llora hasta el amanecer pensando en Ariadna. Cuando Emilio despierta Sebastián ya está de pie. Lo ve serio.
--¿me odias? –pregunta Emilio con timidez.
Aunque está triste, Sebastián se muestra afectuoso:
--después de la noche que compartimos ¿porqué te iba a odiar?
--estabas borracho–dice triste.
Sebastián sonríe ocultando su amargura:
--¿crees que fue por eso?
--ah no?
Y para demostrarle que sabía lo que hacia, que no se arrepiente se vuelven a acostar juntos. Y Emilio abrazado a él le dice:
--es un sueño… es un sueño…
Y se calla lo mucho que lo ama. Sebastián lo acaricia. Se siente mal pero almenos quiere hacer por lo que le paga:
--ya se acabó la espera… ahora haremos el amor siempre que quieras…
--¿en serio?
Sebastián lo besa, triste pero almenos feliz de que su compañía haga feliz a Emilio.




Mientras, la tensión en el departamento de Joel es irrespirable. Joel trata de convencer a Noelia de que no debe abortar y ella no dice nada, está horrorizada por lo que le contó su esposo. Tal y como tenía prevista, Noelia va a su cita para abortar. Joel está allá.
--¡¡no lo hagas¡ --le suplica.
Noelia está muy herida y entra. Joel se desespera porque le duele no haber podido haber salvado la vida del hijo de Carlos. Noelia sale en seguida, él sonríe al ver que no lo hizo. Dolida ella le dice:
--tendré a mi hijo, yo no diré nada de lo que me contaste a cambio de tu apellido para mi bebé pero no te quiero volver a ver más.
Joel accede a irse del departamento en el que se quedará Noelia hasta que le compre la casa que quiera. Él le acaricia el vientre con timidez:
--al bebé no le faltará nada.
Pero ella se aparta de él:
--te odio… no te quiero ver más.
--perdón por haberte engañado… espero que algún día me comprendas y me perdones…
A él le duele haberla lastimado, ella lo ver ir triste. Llora porque finalmente se le rompió la ilusión del primer amor.

Días después…Soledad está en el jardín de su casa. No sabe si llorar o reír. Carlos se acerca a ella.
--¿pasó algo?
--Noelia abandonó a mi hijo.
--seguro que fue él –dice Carlos con una sonrisa.
--lo que sea pero es que ahora…
--si no se quieren es lo mejor…
--si pero justo ahora que van a ser papás…
Carlos la mira incrédulo:
--¿cómo?¿Noelia está embarazada?
Soledad dice que sí con la cabeza, Carlos se ha quedado helado.

Esa tarde, Joel recibe una visita en el apartamento que ha alquilado. No quiere abrir al ver que es Carlos. Igual Carlos le dice:
--sé que estás detrás de la puerta… conozco tu olor… abre, tenemos que hablar…ya sé que tu esposa me va a hacer papá…
Joel le abre. Los dos se miran con intensidad. Se aman pero hay rabia en los ojos de Carlos. Éste cierra la puerta con él dentro. A Joel le duela las burlas de Carlos:
--tu madre está feliz –dice irónico—con ese nieto que le vas a dar . Hay hombres que sabemos apuntar y disparar y otros como tú que no… tu esposa tendrá la dicha de ser madre gracias a mi semilla porque si es por ti…
--¿estás feliz con 3 hijos de 3 mujeres de una misma familia? –dice feliz --¿es que no te molesta ser tan irresponsable? ¿es que no sabes lo que es un condón?
--si pero tú no pero sólo has estado conmigo. Tu los condones los habrás usado para jugar–dice Carlos burlón –pero tranquilo yo te pagaré el favor de reconocer a mi hijo con lo que más te gusta… seré tu amante… te daré lo que más te gusta…
--¿y que te hace pensar que quiero ser amante del padre de mi hermano, de mi sobrino. Carlos lo besa y Joel lo rechaza.
--¡¡yo sé lo que quieres maricón¡
Joel lo mira con mucha rabia. Lo agarra del cuello y lo empuja contra la mesa.
--ahora te vas a enterar de que es lo que quiero¡¡¡
Carlos rie excitado.
--vaya la  niñita se  cree un hombre... a ver si la subas usar
--si no sé peor para ti, te dolerá más.
Los dos sienten rabia. Deseo. Joel quiere amarlo y humillar lo. Lo hace prisionero de su cuerpo. Le va bajando los pantalones mientras se saca su herramienta que usa torpemente. Y Joel acaba sucumbiendo a la pasión pero está vez es él quien clava su dura arma en la parte posterior de Carlos que se deja feliz. Carlos grita en una mezcla de dolor y placer que le encanta.
--dale duro, maricon, mi culito es todo tuyo. Aprovecha --jadea Carlos entre el dolor y el placer.
Joel lo penetra torpemente. Le gusta dominarlo. Sentir su placer. Lo ama y lo desea. Ambos se complementan a la perfección.







Mientras en el vientre de su madre, su hermana y su esposa crece el hijo de Carlos, Joel es su amante. Se ven todos los días y disfrutan de esos encuentros furtivos llenos de pasión y amor que ambos callan… Y Ariadna rompe aguas y de los nervios también Soledad. Emilio las lleva al hospital y trata de localizar al padre y a su hermano pero los dos tiene el celular apagado. Los amantes han disfrutado de su amor, Joel en brazos de su amado no se puede tragar lo que ya le quema por dentro:
--te amo.
Esas palabras alimentan el odio de Carlos:
--¿porqué has tenido que decir eso?
Carlos no quiere aceptar que ama a un hombre. Joel se da cuenta que algo se ha roto entre ellos, que ya nada será como antes. Joel se queda desnudo en la cama, llora. Carlos lo mira con dureza y se va. Carlos en el auto golpea el volante con rabia. No quiere aceptar que lo está amando.

Joel es el primero en llegar al hospital. Ariadna ha sido mamá de un niño y Soledad de una niña. Joel mira a los dos bebés a través de los cristales del nido. Se emociona porque esos bebés llevan su sangre y la de Carlos. Éste llega en ese momento, le emociona ver a Joel llorando por sus hijos. No le gusta lo que siente y se va. A Joel le duele que Carlos lo rechace.

Días después…Carlos no ha vuelto a buscar  a Joel. Éste lo hecha de menos y con la excusa de ver a su hermana lo va a buscar. Se encuentran en la piscina, se hacen reclamos sin saber que Soledad se acerca a ellos.
--¡¡te dije que no me buscaras¡ --Carlos.
--¡¡yo no tengo la culpa que no aceptes que eres maricón¡
--¡¡el maricón eres tú¡
--¿y porqué te acuestas conmigo?¿porque te acostaste con mi hermano?
--¡¡tu hermano me pagó una fortuna por una tarde de sexo¡
--¿y yo? –Joel burlón.
Si saber que Soledad destrozada y horrorizada lo escucha todo, Carlos dice con todo su odio:
--¡¡fue para vengarme de Emilio por comprarme, para demostrarle que poseerme no es gratis¡ ¡¡me acosté contigo al igual que con tu madre, tu hermana y tu mujer¡ ¡¡para destruir a todos¡
--¡¡y ahora tienes dos hijos que una madre y de una hija y Noelia te dará tu tercer hijo¡¡ ¡¡pero eso no cambia que te guste yo¡
Carlos se lanza contra Joel parece que para matarlo pero lo acaba besando apasionadamente. Esto es demasiado para Soledad que grita con horror y se desmaya. Es cuando los dos amantes se dan cuentan de la presencia de la mujer.

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